jueves, 31 de diciembre de 2020

El asesinato de Sócrates.

Hace poco vi la serie Los Medici. Ahora he leído El asesinato de Sócrates. Ambas ficciones históricas recrean dos de las épocas más gloriosas del arte y del pensamiento de la historia de occidente. Pero dos épocas violentas, terriblemente violentas. Miedo me da que la ola de puritanismo actual, que pretende interpretar la historia derribando estatuas, llegue a esas dos épocas.

En El asesinato de Sócrates, el protagonista es Perseo, un personaje ficticio que crece a la sombra de Sócrates. De este modo, el puede fabular un poco más que si el protagonista fuese el propio Sócrates. La novela es muy amena. Si te desagradan los episodios de violencia, te resultará un poco menos amena. Y sirve para conocer algo de la historia de Grecia y de la ética de Sócrates. No sirve para asomarse al resto de la filosofía de Sócrates. 



domingo, 22 de noviembre de 2020

Las lanzas coloradas

 Una novela ambientada en la Guerra de la Independencia Venezolana en la que aparecen:

  • El arribista que aprovecha la guerra para desatar su violencia y medrar.
  • El revolucionario de salón que, cuando llegan los tiros, es más cobarde que revolucionario.
  • El idealista capaz de jugarse la vida por un ideal ajeno.
  • El revolucionario valiente.
  • Todas las víctimas de la guerra.
Sin patriotismos legendarios, explicando el origen de la maldad. Pero unmpoco sosa.



domingo, 18 de octubre de 2020

La tía Tula

La Tía Tula es de esas novelas que te explican en el bachillerato, pero no te hacen leer. Se hizo una película en 1964, con éxito de crítica, pero fracaso de público.

Es una novela corta, 108 páginas si le descontamos prólogos y epílogos. En pocó más de 100 páginas, Unamuno consigue que algunos vean una novela sobre el protofeminismo, otros sobre la libertad, otros sobre el deber. Los más osados, sobre el deseo y el erotismo reprimidos. Para mí es una novela sobre el fanatismo. La protagonista tiene muy claro cuál es su obligación. Aunque ese deber no sea el que le imponga la sociedad. Cuando ese deber choca contra su felicidad y la de quienes la rodean, se impone el deber. Ahí empieza el fanatismo. El peligroso y poderoso fanatismo. Porque el fanático honrado resulta muy atractivo. Es coherente, es constante. Nadie osa contradecirle. Y nunca duda. A mí, el que nunca duda me da mucho miedo.

No sé si aconsejar la novela. El escenario nos queda muy lejano para los lectores actuales. Es fácil que te aburra. La solterona abnegada por motivaciones religiosas nos parece un personaje caduco. Pero, bueno, son sólo 100 páginas. Si no te gusta, no te hará perder mucho tiempo. Y si te gusta, te hará pensar. 


domingo, 11 de octubre de 2020

Cien metros

Una novela que recuerda, por la estructura, a Crónica de una muerte anunciada: corta, trepidante y en la que asistimos a la muerte inminente e inevitable del protagonista. Está huyendo de la policía y va armado. El escenario es San Sebastián en 1972. 

Ciento seis páginas no dan para para profundos análisis psicológicos no sociológicos. No creo que fuese ése el objetivo de Ramón Saizarbitoria, no los busques. Asómate, eso sí, al vértigo que da una muerte prematura: el miedo al dolor, la frustración de todo lo que te queda por hacer y las nostalgia de todo lo que pudo haber sido de otra manera.

Si esperas encontrar algo de apología del terrorismo, seguro que la encuentras. Los prejuicios son muy poderosos. Pero yo no la he apreciado.

Un consejo, no leas el prólogo. Destripa de arriba a abajo la novela y elimina las sorpresas que la enriquecen.

Derecho Natural

Una novela que narra las desventuras de una familia desestructurada en la España de la transición. Una familia desestructurada por la inconsciencia y el egoísmo de los padres, sobre todo del padre. Y a la que salvan de caer en la marginalidad los abuelos, los menospreciados abuelos. Como telón de fondo, aparecen pinceladas de lo que supuso aquella época: el terrorismo de ETA, el matonismo de la ultraderecha, la ilusión que trajo la llegada al poder del PSOE, los movimientos underground y la zarpa feroz de la heroína.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

El mal de Corcira

Leo esta novela coincidiendo con el estreno en HBO de la adaptación de Patria. No sé qué habrá pasado en otros ecosistemas, pero en el mío ha habido cierta polémica sobre la "neutralidad" de la obra de Aramburu. Como si fuese un ensayo histórico y no una novela. Por este motivo, no he podido evitar contaminar mi lectura de El Mal de Corcira con esa mirada: ¿será neutral Lorenzo Silva? Obviamente, no lo es. ¿Cómo va a serlo, si el protagonista es un guardia civil y está escrita en primera persona? Pero sí me parece equilibrada. Salen guardias civiles que hacen cosas malas y nacionalistas vascos que hacen cosas buenas. No esconde las barbaridades que se hicieron desde las fuerzas de seguridad. Pero que nadie espere que las equipare a las que hicieron los terroristas. Y en ese bando aparece un personaje que representa el fondo de la maldad, peor que cualquiera de los malos que salen en Patria: la maestra chivata que informa a un comando de que el padre de uno de los alumnos es guardia civil.

Por lo demás, una novela típica de Bevilacqua. Con un protagonista con más dudas, con menos Chamorro, pero, como siempre, una novela fiable. Reconocerás el paisaje, creerás reconocer el paisanaje y te lo pasarás muy bien leyéndola.

viernes, 11 de septiembre de 2020

117

 A finales de 2022, parecía que la pandemia estaba a punto de controlarse. Pero, regularmente, reaparecían pequeños brotes para los que los científicos no encontraban explicación. Muchos de nosotros empezábamos a sospechar la verdad. El 16 de febrero de 2023 lo publicaron: habían encontrado la explicación. Algunos individuos, por alguna extraña simbiosis, eran incapaces de eliminar el virus de su organismo sin desarrollar síntomas. Estaban siempre infectados. Yo era, mejor dicho, yo soy, yo sigo siendo uno de esos "contagiadores eternos" como nos bautizaron los medios sensacionalistas.

Cuando la doctora y la policía me informaron de que me tenía que aislar individualmente, me pareció normal. Llevábamos dos años con confinamientos intermitentes y pensé que era uno más. Me conectaba frecuentemente a internet buscando noticias. La vacuna se generalizaba, los tratamientos de los síntomas eran más eficaces... pero no aparecía ningún avance científico sobre los contagiadores eternos. Google sólo devolvía noticias de grupos de manifestantes que exigían medidas más contundentes contra nosotros: aislamiento total, esterilización... en algún momento alguien pediría nuestro exterminio.

En otoño de 2023 vinieron a buscarme a casa para trasladarme a una unidad de confinamiento. Un apartamento pequeño, muy confortable, con terraza, algunas máquinas de gimnasio, conexión de altísima velocidad, televisión de muchas pulgadas, acceso a Netflix, La Liga, Spotify... Pero sólo se abría y cerraba desde fuera. Los que exigían más control sobre los contagiadores eternos cada vez eran más y hacían más ruido. Los que protestaban por nuestra pérdida de derechos pronto encontraron una causa más popular y con más damnificados.

La psicóloga con la que hablaba por videoconferencia una vez a la semana me animaba a aprovechar las nuevas tecnologías para seguir una vida lo más normal y conectada con el exterior posible. También me sugirió ponerme en contacto con otras personas en mi misma situación e intercambiar impresiones. Un día, en una videoconferencia entre diez o doce afectados, una chica de Córdoba, en Argentina, empezó a expresar muy vehementemente lo que todos sentíamos. Estábamos encarcelados injustamente, teníamos que rebelarnos. Empezó a hablar de planes de fuga. No volvió a conectarse. Dos días después, leímos que en Argentina se había suicidado un contagiador eterno. Una semana después, Google dejó de darme noticias sobre enfermedades, Netflix dejó de ofrecerme documentales, desaparecieron los podcast de Spotify, en las narraciones de los partidos de fútbol el sonido se cortaba durante algunos segundos, no pude volver a conectarme con mis compañeros.

Desde entonces, estoy totalmente aislado del mundo. No sé que habrá sido de los demás. Entonces éramos 117.


sábado, 5 de septiembre de 2020

La noche del oráculo

Tienes un título que te parece muy chulo, pero no se te ocurre ninguna historia en la que ese título tenga sentido. Pues te inventas una historia en la que aparezca un libro ficticio y al libro ficticio le pones el título chulo, que, a su vez, te servirá de título para la novela. Lo hizo Ruiz Zafón con La sombra del viento y lo hizo Paul Auster con La noche del oráculo. Auster es, incluso, más rebuscado. El protagonista es un escritor, que escribe una novela sobre un editor al que le llega un manuscrito titulado, tachán, "La noche del oráculo". En este caso el libro ficticio ni siquiera es relevante. 

La novela narra los problemas creativos, económicos y personales de un escritor tras pasar una grave enfermedad. Una vida más bien anodina, con algún episodio casi mágico y unas últimas páginas trepidantes. Desconcertante y atractiva, como casi todo lo de Auster.

domingo, 16 de agosto de 2020

Cuando sale la reclusa

El comisario Adamsberg vuelve a hacer gala de su extraña intuición para vincular hechos aparentemente inconexos y descubrir que detrás de unas muertes aparentemente accidentales está la mano de un asesino. Como es de esperar, también descubre el asesino.

Lo que más me ha gustado de la novela  es la confrontación entre las normas y la ética. No me refiero a la disputa básica sobre si se debe obedecer una norma injusta. Fred Vargas va un paso más allá y nos muestra las contradicciones del comisario que se salta sin reparos las normas que le parecen inútiles, pero que es mucho más cuidadoso con las normas que, aún contradiciendo su ética, tienen efectos importantes.

Seguro que todos tenemos contradicciones de este tipo. Una posible explicación es el miedo a ser pillado, pero creo que eso no lo cubre todo.

lunes, 10 de agosto de 2020

El vigilante del fiordo.

Un librito (poco más de 100 páginas) de relatos unidos por el hilo conductor del dolor por la pérdida. Los mecanismos que usamos los humanos para capear la tristeza. Algunos de ellos más nocivos aún que la propia tristeza.

miércoles, 29 de julio de 2020

Marley estaba muerto

Un libro de relatos breves unidos por Barcelona, personajes derrotados y la Navidad. Relatos tristes, violentos, con sexo rencoroso. Al principio, sorprenden y atrapan. Pero a medida que avanzaba el libro me he ido hartando de drogas legales e ilegales, de violencia gratuita, del odio que los personajes inspiran y emanan.
Las próximas Navidades no me acercaré a Barcelona, por si acaso.

jueves, 16 de julio de 2020

Los asesinos del emperador.

Los cinéfilos dirían que esta novela es un peplum. Los que tenemos menos cultura decimos que es una de romanos. Una novela de las que justifican el ebook: mil páginas no se transportan con facilidad si son en papel. 
La novela narra los desmanes del emperador Domiciano y cómo se va creando un enjambre de enemigos a los que solo puede contener con  el terror. Pero llega un momento en que el terror es tan salvaje que, en vez de reprimir, empuja a sus enemigos hacia el asesinato del tirano como única salida a sus males. A pesar de su extensión, la novela se lee fácil: capítulos cortos, personajes sin demasiados recovecos, mucha violencia, un malo al que le coges mucha manía y una cucharadita de nacionalismo: el mejor personaje de todos es de los nuestros: hispano.
Absténgase de leer esta novela los revisionistas que derriban estatuas juzgando  a los personajes históricos con la moral actual. Los buenos, son buenos de entonces: tienen esclavos, matan por un quítame allá esas pajas, son imperialistas...
Absténgase también de leer esta novela Donald Trump. El déspota ignorante que cree saber de todo quizás le recuerda a alguien.
Recomiendo esta novela a los que quieran asistir al inicio de la decadencia de un imperio y una civilización que parecían invencibles. La historia de la humanidad no siempre va a mejor.

sábado, 13 de junio de 2020

Los pacientes del doctor García

El azar lleva a Guillermo García a salvar la vida de Manuel Arroyo Benítez, que se oculta bajo otro nombre, durante el asedio a Madrid de los golpistas. Un par de años después, cuando la caída de Madrid es inminente, Manuel Arroyo Benítez salva la vida a Guillermo García ofreciéndole otra identidad.
La novela va narrando la vida de estos dos personajes que se resisten a admitir que Franco les ha derrotado y les ha arrebatado algo tan esencial como la identidad.
Una novela larga, casi 700 páginas, para retratar una época que se hizo más larga, la postguerra y represión.
Se han escrito muchas novelas sobre la guerra civil, no tantas sobre la postguerra. Y los que pueden explicárnosla se van haciendo muy mayores. Un ejercicio ameno contra la desmemoria.

sábado, 9 de mayo de 2020

Catalanes todos.

"Catalanes todos" es, ante todo, una novela humorística, eficazmente humorística. En los tiempos que corren, se agradece mucho que te hagan reír. Es, además, didáctica. No porque enseñe nada, sino porque recuerda una verdad incómoda para algunos. En la novela se cuentan las peripecias de una serie de catalanes que ganaron la guerra civil, vamos, catalanes franquistas. Vemos cómo estos catalanes ganaron también la postguerra. Ya en el desarrollismo, los catalanes franquistas más tontos empiezan a perder, aunque les salva la protección de los catalanes franquistas mejor colocados. Y, una vez llegada la transición, los catalanes franquistas tontos pierden definitivamente. Pierden a sus protectores, que han sabido cambiar de tren y ahora se han unido a los catalanes pujolistas. Se la recomiendo a Miquel Buch.
La novela lleva añadida una obra de teatro : "La Dimisión". Está ambientada en los últimos meses de gobierno de Adolfo Suárez. Vemos las ambiciones Y desconfianzas del presidente ante la guerra interna de UCD. Es muy divertida si tienes más de 50 años y recuerdas los anuncios, programas de televisión y ministros de entonces. Leo en Wikipedia que Miquel Buch solo tiene 44. No le parecerá tan divertida.

El rey recibe / El negociado del Yin y el Yang

Por los títulos, me esperaba que fuesen dos novelas del estilo de El Misterio de la Cripta Embrujada o Gurb, pero han resultado ser dos novelas serias. Con ironía, sin la épica de La Ciudad de los Prodigios, pero serias.
El protagonista, Rufo Batalla, era joven allá por los años 70. Con preparación, pero sin ambición, va viendo cómo su vida va siendo zarandeada por las apariciones de un iluso pretendiente al trono de una república entonces soviética. Son dos novelas de aventuras. Algunas, pequeñoburguesas; otras salgarianas. Pero, a diferencia de las novelas de aventuras clásicas, el protagonista no corre aventuras, las aventuras le pasan al protagonista

domingo, 12 de abril de 2020

Y te irás de aquí.

Hace tiempo leí en algún libro de Cela que nadie sabe dónde cae la linde entre el amor y el encoñamiento. Leyendo Y te irás de aquí, llego a la conclusión de que el encoñamiento se puede medir por lo que eres capaz de perder por una relación. Mientras que el amor se mide por lo que eres capaz de dar. Rosa se encoña de Milena, pero acaba totalmente enamorada. Las 142 páginas se acaban rápido, el confinamiento puede ayudar. Vemos cómo la  cuarentona Rosa, con éxito profesional que se ha construido contra las circunstancias y unos valores éticos muy cercanos a los del subteniente Bevilacqua, conoce, conquista y se enamora de Milena, joven rebelde de familia bien.
Os la recomiendo. Y no me digáis que es cara o dónde se puede piratear. Su autora la regala en https://www.xlsemanal.com/conocer/cultura/20200331/gratis-novela-lorenzo-silva-te-iras-de-aqui-pdf-mobi-descarga.html


lunes, 6 de abril de 2020

Don Juan.

El autor califica su novela de fantástica. Y, hombre, una historia en la que aparecen personajes que viven 300 años, difuntos que asisten a cenas y dos o tres diablos debemos admitir que es fantástica. Pero es, sobre todo, una novela humorística o, mejor dicho, socarrona. Leer la indignación de un diablo porque otro abandona el catolicismo para hacerse calvinista o la descripción del pecado original como el primer dolor de cabeza, guiño, guiño, de Eva han sido dos momentos de ancha sonrisa. Hay más, muchos más. Recomiendo la lectura de esta obra "menor" (para los académicos, el humor siempre resta un par de puntos en la calificación de una obra) del autor de la trágica Los Gozos y las Sombras.

lunes, 23 de marzo de 2020

El perfume

Jean Baptiste Grenouille nació despreciado por la sociedad y con una sorprendente capacidad: identificar y dominar los olores. Para ser mala persona, basta con el odio. Para ser un gran criminal, necesitas, además, algo que te dé poder. Grenouille tenía las dos cosas.
¿Qué hubiese sido de Europa si Hitler no hubiese suspendido su examen de acceso a la Academia de Bellas Artes?
¿Qué hubiese sido de Alemania sin la brillante oratoria de Hitler?
Süskind tiene una gran  habilidad para hacernos ver los olores mediante las palabras. En algún momento, sus descripciones pecan un poco de prolija, pero en líneas generales está novela se devora.

martes, 17 de marzo de 2020

1Q84 (libro 3)

Dije que esperaría un poco antes de volver a las peripecias de Aomame y Tengo. Pero estaba muy enganchado, tuve que esperar media hora en un sitio, no tenía nada a mano para pasar el rato y compré el libro.
Quizá tenía que haber esperado. Me ha gustado menos que los dos primeros. La novela fantástica y de aventuras se ha convertido en una novela romántica. Aomame, confinada una temporada en un piso por su seguridad (ya es casualidad leerlo ahora), no hace otra cosa que maquinar cómo encontrar a Tengo. Poniendo su seguridad en peligro y dando la dosis de tensión que sigue haciendo atractiva la tercera parte de esta historia.

viernes, 21 de febrero de 2020

Cumplimiento de condena.

Al salir de la cárcel, no me esperaba nadie. Resoplé aliviado. Habían pasado diecisiete años desde que los medios se volcaron sobre la desaparición de Sandro. Dieciséis, desde que me detuvieron por su asesinato. Quince, desde que el juez confirmó la condena que habían dictado los medios a pesar de que nunca apareció el cadáver. No quería volver a ver a los periodistas revolotear como buitres sobre mí. No quería ver al padre de Sandro azuzando a los buitres sobre mí. Durante los primeros meses en prisión, la presencia del padre de Sandro en los telediarios exigiendo penas más duras para delitos como el mío era constante. Poco a poco fue desapareciendo. Lo último que supe de él, hace ocho o nueve años, fue que lo habían expulsado del partido ultraderechista con el que llegó a ser concejal. Parecía que el padre de Sandro se había olvidado de mí, que la prensa se había olvidado de mí, que la sociedad se había olvidado de mi. Era lo mejor que me podía pasar para reiniciar mi vida en libertad. Pero no me convencí hasta que salí a la explanada vacía a la puerta de la cárcel.
En el autobús que me llevó a la capital, nadie se sentó a mi lado. Habían visto dónde había subido. Sin embargo, al apearme, dejé de sentirme observado. Me vi reflejado en un escaparate. No tenía mala pinta. Podía inspirar tanta confianza como cualquiera de los otros transeúntes. Fui a una biblioteca para sacar un billete a Amsterdam por internet.
Al día siguiente, volé. Solo al llegar a mi destino, saqué la tarjeta de la cartera para confirmar la dirección. Lutmastraat 17. Llamé al número que tenía apuntado.
- ¿Ya has llegado?
- Sí.
- Estoy ahí en cinco minutos.
Cuando llegó nos abrazamos. Un largo abrazo.
- Muchas gracias por no haber dicho nada todo este tiempo.
- Te prometí que no lo haría.
Volví a abrazarlo e intenté besarle. Me apartó.
- Mi vida ha cambiado mucho. Ya no hay sitio para ti, así.
- Mi vida ha cambiado más. Se ha jodido por completo.
- Seguirás recibiendo un ingreso cada mes. Fuiste muy generoso y yo también lo seré.
Me di media vuelta y empecé a alejarme.
- Siempre te estaré agradecido. - Me gritó. - Sabes que no podía vivir un minuto más con el hijo de puta de mi padre.
- Vete a la mierda, Sandro. Y no te olvides ningún mes de pagarme.

sábado, 8 de febrero de 2020

1Q84

Hace pocos años, todo el mundo hablaba de Haruki Murakami. Tengo que leerlo, tengo que leerlo... pero no lo he leído hasta ahora. Tenía que haberlo hecho antes. He empezado por 1Q84. Dos historias, aparentemente independientes y algo anodinas. Una, tirando a truculenta. La otra, más bien costumbrista. Poco a poco, van apareciendo pinceladas que permiten atisbar que ambas historias tiene algo en común. Poco a poco, las dos historias se van adentrando en la fantasía. He acabado enganchado a las peripecias de Tengo y Aomame. El ebook que compré contenía los libros 1 y 2. Ahora descansaré. Han sido seiscientas páginas muy intensas. Pero, cuando acabe el próximo libro, me pondré con el libro 3.