martes, 26 de abril de 2011

Las afinidades electivas

"Basta con educar a los niños para servidores y a las niñas para madres y todo irá bien en todas partes".
"La verdad,  es que hace falta llevar una vida muy ruidosa y abigarrada para soportar a nuestro alrededor a monos, papagayos o negros".
Éstas frases aparecen en "Las afinidades electivas", de Goethe. Nuestra generación, nací en 1966, ya recibió una versión suavizada de los cuentos infantiles para darles siempre un final feliz. A la de nuestros hijos les están dando una versión, además, políticamente correcta. El siguiente peldaño ya se ha empezado a subir, se están haciendo versiones de Las Aventuras de Tom Sawyer en las que han desaparecido palabras que hoy se consideran graves insultos y se retiran las versiones originales de las bibliotecas públicas. Si la marea llega a los clásicos, no habrá quien los reconozca.
Por otra parte, si los clásicos se alejan tanto de nuestros cánones éticos, ¿cuánto se alejarán de nuestros cánones estéticos? Los personajes me han parecido totalmente irreales: renuncias absurdas al ser amado; madres que, ante la muerte de un hijo, se duelen más de la tristeza de la niñera que de la pérdida del niño; anorexias que no son percibidas por los que conviven con el efermo hasta que éste muere... Sin embargo, es probable que los personajes sean mucho más reales de lo que yo creo y que sea mi incomprensión de la época lo que me los haga ver como absurdos.

lunes, 11 de abril de 2011

Alfred y Emily

Una obra bastante extraña de Doris Lessing. Primero, una novela en la que la autora se imagina la vida de sus padres si la Primera Guerra Mundial no se hubiese interpuesto en sus vidas. Después, la historia real de sus padres. Para acabar, algunas anécdotas de la vida de la escritora en Persia y África.
La novela resulta amena. La historia real se me hizo atractiva por la posibilidad de comparar la realidad y la ficción. Las anécdotas del final me parecieron un relleno rápido para acabar el libro con un número respetable de páginas y a tiempo para aprovechar el tirón de la concesión del Premio Nobel a la escritora.
Para mi gusto, esta novela está muy lejos de La buena terrorista.