miércoles, 30 de agosto de 2023

Que salga Aristófanes.

La cuarta y última obra programada en el Festival de Mérida en Cáparra fue Que salga Aristófanes. Dejaron lo mejor para el final. Otra aguda sátira de Els Joglars, y van...

Un antiguo y prestigioso catedrático de Clásicas está recluido en un manicomio. La directora le alienta para que prepare una representación con los demás internos. Esa representación será terapéutica y deberá ser moralmente irreprochable. Desde el punto de vista de la moral de la directora, claro.

Una burla corrosiva y muy pesimista de la imposición de lo políticamente correcto. Els Joglars han adquirido cierto prestigio entre el facherío patrio (FP) porque creen que las críticas de la compañía catalana no van con ellos. "Nosotros defendemos lo normal, no lo políticamente correcto", dice el FP, arrogándose la atribución de definir qué es lo normal, qué partes del cuerpo se pueden enseñar, de qué muñecos de madera nos podemos reír, con qué personas nos podemos besar en la calle...

Los que llevamos décadas riéndonos cuando de los catequistas del FP cuando estamos seguros, defendiéndonos de ellos cuando podemos y esquivándolos cuando no nos queda más remedio; tenemos las cervicales desviadas hacia la derecha. Todas las amenazas venían de allí. Nos ha pillado por sorpresa cuando las collejas han empezado a venir también por la izquierda. Y nuestra sorpresa se ha convertido en incredulidad cuando los neocatequistas nos han acusado de pertenecer al FP. Acabamos, como el protagonista de Que salga Aristófanes, convencidos de que la libertad ha perdido, una vez más.

 

Todavía quedan tres representaciones en esta gira. Aprovéchalas, que ya están preparando algo nuevo.

lunes, 28 de agosto de 2023

Miles Gloriosus

La tercera obra programada en el Festival de Mérida en Cáparra fue Miles Gloriosus. Una versión libre de Pep Anton Gómez sobre el texto de Plauto. A priori, era el plato fuerte para la taquilla de este año. Teatro cómico protagonizado por un actor mediático: Carlos Sobera.

Fui, me reí mucho y volví para casa. Hay que ver lo que ayuda a la risa que otros se rían a tu lado. A Sobera se le vio disfrutar haciendo lo que quiso hacer hace bastantes años cuando empezó su carrera de actor. Pero me reí más con Elisa Matilla.




jueves, 24 de agosto de 2023

La tumba de Antígona.

La segunda obra programada en el Festival de Mérida en Cáparra fue La tumba de Antígona. La obra es un casi monólogo de Antígona en el que va censurando a todos los que, en mayor o menor medida, contribuyeron a su trágico final. El montaje de Karlik Danza - Teatro viste el texto con unas coreografías en las  que la danza subraya el texto sin ocultarlo. 


Yo llegué sin haber hecho los deberes y me perdí muchos matices. Un rápido vistazo a la wikipedia me habría bastado para entender mejor los reproches que Antígona dirigía a todos los que habían pasado por su vida. Intenté resolverlo después leyendo una traducción de la obra de Sófocles, pero llegué tarde.



miércoles, 16 de agosto de 2023

El aroma de Roma.

Este año he asistido a la extensión del Festival de Mérida en Cáparra. El aroma de Roma era, a priori, la obra que menos me atraía. A mí, los musicales, ni fu ni fa. Eso de que la gente se ponga a cantar y a bailar sin venir a cuento solo me sirve para olvidarme de la trama.

Este montaje venció mis prejuicios. Me reí mucho. Hacer reír a la gente es de las cosas más difíciles y positivas que hay. La obra es una perfecta astracanada y no encaja en la idea que tengo de un Festival de Teatro Clásico. No me imagino al Festival de Almagro programando La venganza de Don Mendo. Cuando acabó la representación, seguía sin saber qué pintaba esta comedia en el Festival, pero agradeciendo las dos horas que me habían hecho pasar.


 

domingo, 6 de agosto de 2023

Yo, el rey.

Hace tiempo que digo que la Guerra de la Independencia fue una guerra que ganó España pero perdimos los españoles. Leyendo esta novela, me reafirmo en mi convicción. ¡Qué bien nos hubiesen venido unos años más de ocupación francesa! Probablemente, nos habríamos librado de las Guerras Carlistas, en las que ganó la subdinastía mala y nos libró de la subdinastía peor. Nos habríamos impregnado un poco de republicanismo y de ilustración. Pero no pudo ser. Y, leyendo la novela, me queda la impresión de que nunca hubo la más mínima posibilidad de que fuera.