sábado, 27 de mayo de 2023

Adiós a Berlín

Esta novela no sirve para entender cómo se adueña el fascismo de un país, pero sirve para imaginar qué ven los ciudadanos de un país que se dirige hacia el fascismo. Nada, no ven nada. Algunos alborotos en los que los patriotas se pasan, pero alguien tiene que plantar cara el enemigo interior.

Una novela de las que dejan mal cuerpo. ¿Estará pasando algo así a mi alrededor y no lo estaré viendo?

Sigo vaciando mi biblioteca de papel, pero me gustaría que alguien más leyese este libro. Esperaré algunos días antes de abandonarlo.





jueves, 18 de mayo de 2023

El día de mañana

Este Sant Jordi decidí volver a comprar un libro de papel en una librería. Escogí el peor día para hacerlo. Buscaba algo de Fernando Aramburu, Santiago Roncagliolo o Ignacio Martínez de Pisón que no fuese rabiosa actualidad. Solo encontré Hijos de la Fábula y unos cuantos codazos. Así que desistí. Volví a casa y, después de mirar precios, consultar críticas y hojear libros; escogí "El día de mañana", de Ignacio Martínez de Pisón. Acerté. 

Justo, el protagonista, es un emprendedor sin fortuna. Fortuna en la tercera y quinta acepciones del DRAE. Ni tiene buena suerte, ni tiene capital. Es un inmigrante aragonés que llega a Barcelona a mediados de los 60. Intenta labrarse un porvenir por la vía rápida, parece que está a punto de conseguirlo. La novela está escrita como si fuese un documental. Van pasando personajes que explican su relación con Justo y aprovechan para explicar lo suyo. Mejor dicho, el autor aprovecha para pintarnos el entorno en el que se mueve el protagonista, que es el único que no habla.



jueves, 4 de mayo de 2023

La conjura de los necios

Una novela escrita en los 60, que se publicó y fue una bomba en los 80, me divirtió mucho en los 90 y que ahora me ha dejado frío. Hasta los 90, las peripecias de un personaje peculiar cuyas ideas van en contra de las de todo el mundo nos parecían cómicas. Desde Alonso de Quijano hasta Ignatius Reilly, la literatura mundial está llena de locos convencidos de que el resto del mundo está equivocado. En la tercera década del segundo milenio, esos locos ya no están solos. Han encontrado en Twitter, en Telegram o en Discord a otros que piensan como ellos o que, por lo menos, se los toman en serio. Si, cuando estaban solos eran inofensivos, ahora son capaces de reunirse 200 y convencer a un diputado de Ciudadanos para que pregunte al presidente del gobierno por los chemtrails.

Antes he puesto a Reilly y al Quijote en la misma frase. No te quiero engañar. Los dos piensan que el mundo está equivocado y lo quieren cambiar, pero mientras el Quijote es valiente y generoso, Ignatius es cobarde y rastrero.