viernes, 30 de julio de 2021

El hombre que no era nadie.


Tengo cierta alergia a esas novelas inglesas en las que los personajes viven dramas horribles al arruinarse y tener que malvivir sólo con cuatro criados. En las que los personajes que se ganan la vida trabajando casi nunca tienen nombre, nunca tienen apellido y se identifican por su profesión. 

"El hombre que no era nadie" es de esas novelas. Aún así, tiene cierto interés y resulta una lectura agradable cerca del agua, donde los gritos de los niños y  las escuetas indumentarias de baño dificultan la concentración necesaria para la lectura. Entretenida, a pesar de algunas inverisimilitudes y la prebisibilidad de un final que quiere ser sorprendente.


martes, 27 de julio de 2021

Las aventuras de Tom Sawyer

Una novela infantil que ahora estaría prohibida: racista, promueve el consumo de alcohol y tabaco entre menores... O peor, aún: la adaptarían.  Y aprovecharían para cargarse lo que resulta de verdad revolucionario para la sociedad actual. Niños que toman sus decisiones y cargan con las consecuencias si estas decisiones son erróneas. Todo muy lejos de los niños hiperplanificados y sobreprotegidos que criamos hoy. Yo, el primero.

domingo, 11 de julio de 2021

Eloísa está debajo de un amendro.

Una comedia que me hizo sonreír al principio. Diálogos chispeantes que me llevaban a las películas de Berlanga. Pero, a medida que avanzaba la trama, todo se volvió demasiado surrealista. Habla del declive de una clase social que ya no se parece ni a lo que era entonces ni a lo que pintaba el autor. Era moderna entonces. Como esos muebles que en los setenta nos parecían futuristas y ahora nos parecen arcaicos.



martes, 6 de julio de 2021

Mío Cid. Juglaría para el siglo XXI.

En los últimos años, lustros, más bien; se ha puesto de moda modernizar los clásicos. Así, lo mismo te encontrabas un Ricardo III ambientado en la cocina de un restaurante de lujo que veías a Don Juan convertido en un chapero.
Ver lo que había hecho José Luis Gómez con el Cid me atraía, pero la coletilla del "siglo XXI" me asustaba. Nada más lejos de la realidad. José Luis Gómez se presenta en el escenario casi tan desnudo como un juglar medieval. Una pianista haciendo efectos sonoros y una pantalla sobre la que se proyectan algunas siluetas, son los únicos acompañamientos. Todo el peso de la obra se fía al talento del actor. Gómez derrocha oficio para contarnos la leyenda del Cid en el arcaico castellano original y hacer que la historia desborde el verso y la distancia idiomática para resultarnos cercana.

https://www.festivaldealmagro.com/programa/mio-cid-juglaria-para-el-siglo-xxi/