sábado, 25 de mayo de 2019

Reunión tumultuosa.

Me temo que hoy Tom Sharpe tendría problemas para publicar esta novela. Nos ofendemos con tanta facilidad y montamos tanto escándalo cuando alguien hace humor a costa de algo que nos parece serio que cualquier editor se lo pensaría dos veces antes de imprimir esta sátira.
El tema tabú del que se rie Sharpe es el racismo. Y el racismo en su versión más salvaje: el apartheid de Sudáfrica. Una sociedad enferma en la que no solo discriminaban los blancos a los negros. También discriminaban los blancos de origen británico a los blancos de origen holandés. Y es que cuando alguien se cree mejor por el pantone de su piel, no se va a considerar igual que los que tienen otro idioma aunque tengan la misma concentración de melanina.
Esta novela queda muy lejos de Wilt, el gran exitazo de Sharpe, pero es divertida.

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