En su afán de sorprender al lector, Michael Connelly acaba mareándolo. Una novela demasiado retorcida y con personajes demasiado planos.
Una curiosidad. Descubren al asesino porque hacía llamadas telefónicas de 4 minutos. "El tiempo necesario para enviar una foto". Los que conocimos la Internet preADSL sabemos de qué hablan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario