domingo, 24 de diciembre de 2017

Dopaje.

- Hace un año me hiciste una pócima de amor.
- Mis pócimas ayudan, pero no son infalibles. No se admiten reclamaciones.
La meiga parecía poco interesada en seguir la conversación.
- No, si el brebaje funcionó. En la romería de San Amaro la invité a bailar y... mañana nos casamos.
- Felicidades.
Respondió con el mismo desdén.
- Pero ahora no sé si solo me quiere por la pócima. Necesito saber si su amor es verdadero. ¿Puedo deshacer el efecto del bebedizo?
Solo entonces levantó sus ojos de lo que andaba trajinando y me miró socarrona.
- ¿Estás seguro?

No hay comentarios:

Publicar un comentario