una novela violena, sin buenos, sin leccions y sin final.
lunes, 1 de septiembre de 2014
No llores, hombre duro.
Un periodista de lo más bajo del escalafón es enviado a cubrir la desaparición de dos miembros de una ONG en una lejana (está lejos de su ciudad, está lejos del Estado, está lejos de las comodidades urhanas, está lejos de todo) población. Allí descubre que nada de lo que cree es cierto: la policía no defiende la ley, las ONG no defienden a las personas, el amor mercenario puede ser sincero...
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